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Más cerca que nunca: Ahora son 89 segundos para la medianoche


Declaración del Reloj del Juicio Final 2025


Consejo de Ciencia y Seguridad — Bulletin of the Atomic Scientists


Editor: John Mecklin

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Fundado en 1945 por Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer y científicos de la Universidad de Chicago que participaron en el desarrollo de las primeras armas atómicas mediante el Proyecto Manhattan, el Bulletin of the Atomic Scientists creó el Reloj del Juicio Final dos años después, empleando la imagen del apocalipsis (la medianoche) y el lenguaje contemporáneo de la explosión nuclear (la cuenta regresiva hacia cero) para transmitir las amenazas que enfrentan la humanidad y el planeta. El Reloj del Juicio Final se ajusta anualmente por el Consejo de Ciencia y Seguridad del Bulletin, en consulta con su Consejo de Patrocinadores, que incluye a nueve premios Nobel. El Reloj se ha convertido en un indicador universalmente reconocido de la vulnerabilidad del mundo ante una catástrofe global provocada por tecnologías humanas.

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Más cerca que nunca: Ahora son 89 segundos para la medianoche

(Publicado el 25 de enero 2025 en Bulletin of the Atomic Scientists)

 

En 2024, la humanidad se acercó aún más a la catástrofe. Persistieron las tendencias que han causado profunda preocupación al Consejo de Ciencia y Seguridad y, a pesar de señales inequívocas de peligro, los líderes nacionales y sus sociedades han fracasado en realizar las acciones necesarias para modificar el rumbo. Como consecuencia, trasladamos ahora el Reloj del Juicio Final de 90 a 89 segundos para la medianoche: el punto más cercano a la catástrofe en toda su historia. Nuestra ferviente esperanza es que los líderes reconozcan la situación existencial del mundo y adopten medidas audaces para reducir las amenazas derivadas de las armas nucleares, el cambio climático y el posible uso indebido de la ciencia biológica y diversas tecnologías emergentes.

 

Al adelantar el Reloj un segundo, enviamos una señal tajante: dado que el mundo ya se encuentra peligrosamente cerca del abismo, incluso un avance de un solo segundo debe interpretarse como una señal de peligro extremo y una advertencia inconfundible de que cada segundo de demora en corregir el rumbo incrementa la probabilidad de un desastre global.

 

Riesgo nuclear

 

En lo que respecta al riesgo nuclear, la guerra en Ucrania —actualmente en su tercer año— se cierne sobre el mundo; el conflicto podría escalar a una confrontación nuclear en cualquier momento, ya sea por una decisión precipitada, un accidente o un error de cálculo. El conflicto en Oriente Medio amenaza con desbordarse súbitamente en una guerra más amplia. Los países que poseen armas nucleares están aumentando el tamaño y el papel de sus arsenales, invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en sistemas armamentísticos capaces de destruir la civilización. El proceso de control de armas nucleares se encuentra en colapso, y los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son completamente inadecuados ante el peligro existente. De forma alarmante, ya no es inusual que países sin armamento nuclear contemplen desarrollar arsenales propios —acciones que socavarían décadas de esfuerzos de no proliferación y multiplicarían los escenarios posibles para una guerra nuclear.

 

Cambio climático

 

Los efectos del cambio climático se intensificaron durante el último año, con numerosos indicadores —incluyendo la subida del nivel del mar y la temperatura media global— alcanzando máximos históricos. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, siguieron aumentando. Fenómenos meteorológicos extremos y otros eventos relacionados con el cambio climático —inundaciones, ciclones tropicales, olas de calor, sequías e incendios forestales— afectaron a todos los continentes. El pronóstico a largo plazo de los esfuerzos globales para abordar el cambio climático sigue siendo desalentador, ya que la mayoría de los gobiernos no implementan las políticas ni los recursos financieros necesarios para frenar el calentamiento global. Aunque el crecimiento de la energía solar y eólica ha sido notable, aún resulta insuficiente para estabilizar el clima. A juzgar por las recientes campañas electorales, el cambio climático sigue siendo una prioridad baja en Estados Unidos y en muchos otros países.

 

Riesgos biológicos

 

En el ámbito biológico, enfermedades emergentes y reemergentes continúan amenazando la economía, la sociedad y la seguridad global. La aparición fuera de temporada y persistencia durante la temporada de la influenza aviar altamente patógena (HPAI), su propagación a animales de granja y productos lácteos, así como la aparición de casos humanos, han creado la posibilidad de una pandemia humana devastadora. Aunque continúan construyéndose laboratorios biológicos supuestamente de alta contención en todo el mundo, los sistemas de supervisión no evolucionan al mismo ritmo, incrementando así el riesgo de que patógenos con potencial pandémico escapen al control. Los avances rápidos en inteligencia artificial han incrementado el riesgo de que actores estatales o terroristas adquieran la capacidad de diseñar armas biológicas para las cuales no existen contramedidas.

 

Tecnologías disruptivas

 

Un conjunto de tecnologías disruptivas avanzó el último año de maneras que hacen el mundo más peligroso. Sistemas que integran inteligencia artificial en la selección de objetivos militares han sido empleados en Ucrania y Oriente Medio, y varios países están avanzando hacia su plena integración en sus fuerzas armadas. Estos desarrollos plantean interrogantes sobre el grado de autonomía que se permitirá a las máquinas en la toma de decisiones militares —incluso decisiones que impliquen la muerte a gran escala, incluyendo el uso de armas nucleares. Las tensiones entre las principales potencias se reflejan cada vez más en la carrera por el dominio del espacio, donde China y Rusia están desarrollando activamente capacidades antisatélite; Estados Unidos ha acusado a Rusia de haber probado un satélite con una cabeza nuclear simulada, lo cual sugiere planes para colocar armamento nuclear en órbita.

 

Desinformación y colapso del ecosistema informativo

 

Todos los peligros mencionados se ven enormemente agravados por un multiplicador de amenazas: la proliferación de la desinformación, la malinformación y las teorías conspirativas, que degradan el ecosistema comunicativo y difuminan progresivamente la línea entre la verdad y la falsedad. Los avances en inteligencia artificial están facilitando la difusión de información falsa o manipulada a través de internet —y dificultando su detección. Al mismo tiempo, algunos países están llevando a cabo campañas transfronterizas de desinformación para subvertir elecciones, con el apoyo directo o indirecto de líderes políticos, tecnológicos y mediáticos que promueven teorías conspirativas y falsedades. Esta corrupción del ecosistema informativo socava el discurso público y el debate honesto sobre los que se sustenta la democracia. Este entorno informativo deteriorado también da lugar a líderes que desprecian la ciencia y tratan de suprimir la libertad de expresión y los derechos humanos, comprometiendo los debates públicos fundamentados que son esenciales para combatir las enormes amenazas que enfrenta el mundo.


Una advertencia final

 

Persistir ciegamente en el camino actual es una forma de locura. Estados Unidos, China y Rusia poseen colectivamente el poder de destruir la civilización. Estos tres países tienen la responsabilidad principal de apartar al mundo del borde del abismo, y pueden hacerlo si sus líderes se comprometen seriamente a entablar un diálogo de buena fe sobre las amenazas globales aquí expuestas. A pesar de sus profundas diferencias, deberían dar ese primer paso sin demora. El mundo depende de una acción inmediata.

 

Son 89 segundos para la medianoche.


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Acerca del Bulletin of the Atomic Scientists

 

En esencia, el Bulletin of the Atomic Scientists es una organización mediática, que publica un sitio web de acceso libre y una revista bimestral. Pero es mucho más. Su sitio web, el icónico Reloj del Juicio Final y sus eventos periódicos proporcionan al público, los responsables de políticas y la comunidad científica la información necesaria para reducir las amenazas provocadas por el ser humano a nuestra existencia. El Bulletin se centra en tres áreas principales: riesgo nuclear, cambio climático y tecnologías disruptivas, incluyendo los avances en biotecnología. Lo que conecta estos temas es una convicción fundamental: si la humanidad ha creado estas amenazas, también puede controlarlas.

 

El Bulletin es una organización independiente sin ánimo de lucro (501(c)(3)). Reunimos a las voces más informadas e influyentes que rastrean las amenazas humanas, y llevamos su pensamiento innovador a una audiencia global. Aplicamos rigor intelectual al debate y no evitamos las verdades alarmantes.

 

Nuestros públicos son múltiples: el público general —que en última instancia se beneficiará o sufrirá los efectos de los avances científicos—; los responsables políticos —cuya tarea es orientar esos avances hacia el bien común—; y los propios científicos, quienes, al ser los productores del conocimiento tecnológico, tienen una responsabilidad especial. Nuestra comunidad es internacional —más de la mitad de los visitantes de nuestro sitio web provienen de fuera de Estados Unidos— y también joven: la mitad tiene menos de 35 años.

 

Más información en: thebulletin.org/about-us

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